domingo, 27 de mayo de 2007

Salon del Vino de Alta Gama 2007 - Bodegas Participantes

En la presente edición del Salón del Vino de Alta Gama 2007 a realizarse los días 7, 8 y 9 de junio en la cuidad de Rosario se tendrá el agrado de degustar excelentes vinos de las bodegas más prestigiosas de la Argentina. Dicho Salón se realizará en las instalaciones del Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino

A continuación damos el detalle de las bodegas participantes con el link a su respectiva página web para que todos puedan interiorizarse de los productos que tienen cada una de las bodegas. Si tiene la suerte de estar presente en el Salón del Vino de Alta Gama podrá tener una idea de los vinos con los que se encontrará. Si está lejos o no puede asistir, está conociendo uno de los salones de gustación más importante realizados en la Argentina.

Bodegas Participantes:

Belasco de Baquedano
Viña Amalia
Altos las Hormigas
Finca Sophenia
Andeluna Cellars
Vinorum
Tierras Altas
Tamari
Domingo Hnos.
Alfredo Roca
El Porvenir
Finca Flichman
Casa Montes
La Rural
Luis Segundo Correas
Escorihuela Gascón
Familia Zucccardi
Alma 4
Familia Schroeder
Etchart
Graffigna
Don Cristobal
Ruca Malen
Xumek
La Riojana
Cinco Tierras
Dulmes
Trapiche
Finca Las Moras
El Esteco
Pulenta Estate
Tapiz
Vistalba
Doña Paula
Lagarde
Humberto Canale
Colomé
Norton
Trivento

Ya que este blog es de Vinos Organicos podemos destacar que las siguientes bodegas cuentan con productos orgánicos, pero desconocemos si estos productos estarán presentes en el Salón.

Familia Zuccardi (Vinos orgánicos)

La Riojana (Vinos Orgánicos)

Colomé (Vinos Biodinámicos)

Pedimos disculpas si alguna bodega no figura en esta pequeña lista pero no sabemos si otras bodegas de las presentes tiene dentro de si línea de productos vinos orgánicos.

¿qué es un Vino Organico?

¿qué es un Vino Biodinamico?

Podes dejarnos tu comentario si conoces algo más de las bodegas participantes del Salón del Vino de Alta Gama 2007.

lunes, 21 de mayo de 2007

El máximo gurú elogia los vinos argentinos

De profesión psicoanalista y con el aspecto de un Buda, hace tres días que Jay Miller no hace otra cosa que llevarse distintos tipos de vino a la boca y anotar en una planilla. Miller es el máximo catador de Estados Unidos, capaz de catapultar o mandar a la ruina a una bodega.

La cata se hace en el consulado argentino en Nueva York, donde Miller llega a las 9 y se retira a las 17. Nadie lo contrató. Accedió tras un año de gestiones del cónsul Héctor Timerman, hasta que aceptó sin cobrar un dólar de manera de garantizar la independencia de criterio.

—¿Qué le llamó la atención?, le preguntó telefónicamente Clarín

—Ah, el malbec, si no el mejor, es uno de los mejores del mundo.

En noviembre Miller vendrá a la Argentina. Los resultados de esta degustación de alrededor de 300 vinos de unas 100 bodegas nucleadas en Wines of Argentina, se publicarán en la biblia del sector, Wine Advocate.

A cada vino, Miller le asigna un valor original de 50 puntos, y a partir de allí le agrega un máximo de 5 puntos por apariencia y color, 15 puntos por aroma y bouquet, hasta 20 puntos por sabor y calidad y finalmente un máximo de 10 puntos por su potencial evolución y añejamiento. Así, los vinos de 96 a 100 puntos son los extraordinarios, los de 90 a 95, sobresalientes; los de 80 a 89, por encima del promedio; los de 70 a 79, un vino promedio y así hasta los de 50 a 59 puntos que son los inaceptables.

Miller representa a Robert Parker, el número uno del mundo, en América latina, los Estados de Oregon y Washington en EE.UU, y en España, Australia y Grecia. Parker sólo se dedica a catar los vinos del viejo mundo.

Lo cierto es que esta degustación puede marcar un hito en la venta de vinos de Argentina en Estados Unidos. Es la primera vez que una publicación de ese altísimo nivel realiza una degustación de nuestros vinos.

Nora Favelukes, representante de Wines of Argentina en los Estados Unidos contó que las exportaciones de vinos argentinos hacia el país del Norte, han crecido exponencialmente y "todo indica que van a superar a las de los vinos españoles en muy corto plazo, convirtiéndose así en el quinto exportador de vinos a EE.UU. en el ranking de litros exportados".

Fuente: Clarin

martes, 15 de mayo de 2007

Australia trae a la Argentina la moda del vino en lata


Cambian los hábitos: una empresa argentina ganó la representación exclusiva para importar vino premium australiano enlatado que se podrá estacionar hasta cinco años.

La evolución del packaging

Por un lado, una empresa argentina acaba de cerrar un contrato para tener la representación exclusiva en el país del producto insignia de la bodega australiana Baroke Wines: un vino en lata. El mismo, será presentado al público en general dentro de un mes y promete ganar, a fuerza de innovación, espacio tanto en góndolas como en vinotecas. Contra lo que se puede suponer, el vino es premium y el producto apuntará a un público sofisticado. El nuevo envase, que se comercializa desde 2004 en los supermercados de lujo japoneses, consiste en una lata de 250 mililitros, apto para conservar la bebida durante 5 años. La medida no es caprichosa: está pensada para llenar dos copas y está destinada a satisfacer a aquellos consumidores que no consumen vino con frecuencia porque consideran una barrera el volumen de las botellas tradicionales (750 ml). Por otra parte, desde la bodega australiana que implementó este sistema aseguran que conserva mejor las propiedades del producto, como el gusto y el carácter. Si bien las variedades que Australia exporta desde hace más de dos años a Japón son mix de varietales (Chardonay-semillón y Cabernet-Shiraz-Merlot), en la Argentina aún no se conocen las variedades que serán importadas ni el costo que tendrá al público.

Fuente: INFOBAEprofesional

viernes, 11 de mayo de 2007

Fertilizantes Orgánicos

Trabajar de manera orgánica implica poder contar con todas las herramientas que permitan mantener la esencia del producto. Eduardo Arrotea Molina, es presidente de Cinagro SA, una empresa de fertilizantes orgánicos que distribuye en Argentina y a través de empresas asociadas en Chile (donde es líder en uva) y en Brasil los productos de Cytozyme Labs Inc (Utah, EEUU) con presencia desde hace más de 30 años en 30 países.

Arrotea Molina comenta que “comercializamos dos tipos de productos y ambos provienen de algas marinas (Ascophyllum nodosum) y son Biestimulantes y BioNutrientes (generales y específicos)”.

Los Bioestimulantes son una combinación de proteínas, aminoácidos, ácidos orgánicos (carboxílicos) y micronutrientes biológicamente activos con precursores de crecimiento obtenidos a partir de un proceso único en el mundo de hidrólisis de cinco pasos que garantiza simultáneamente: a) un producto estricta y totalmente orgánico incluyendo los agentes quelatantes; b) una molécula mecho más pequeña que la de cualquier otro producto mineral o sintético (lo que garantiza una absorción foliar o radicular en plazos extremadamente cortos y por tanto seguridad en la aplicación y velocidad en la acción) y c) todo combinado en forma probadamente equilibrada. Los Bio Nutrientes tienen la misma base pero se incluyen en la fórmula de nutrientes y/o micronutrinetes específicos con el objetivo de cubrir carencias específicas.

“Usualmente trabajamos con programas que incluyen ambos tipos de productos, porque de poco sirve estimular una planta y restringirle paralelamente algún nutriente que resulte clave para su desarrollo, conformación de tamaño o calidad de fruto”, completa Arrotea Molina.

Con respecto al uso en la vitivinicultura, comenta que “en Mendoza hemos tenido resultados en cultivos de uva de mesa que superan a cualquier fertilizante sintético o mineral contra el que nos medimos. En uva vinífera preferimos ser más cuidadosos, porque una cosa es contribuir a tener vides vigorosas, que es un aspecto deseable y otra es variar los porcentajes de materia seca de manera no deseada. Las aplicaciones de biosetimuladores con nutrientes específicos en momentos clave vienen dando unos resultados impresionantes sin desbalancear la capacidad de vinificar”.

Fuente: Area del Vino

En 2025 el mercado organico alcanzará los u$s 120 mil millones

El crecimiento de la demanda de productos orgánicos está aumentando día a día. Esto se ve reflejado en los números del Senasa, las certificadoras y las empresas dedicadas al rubro. Un recorrido por la situación actual y las proyecciones de los organismos mundiales. Qué pasa con los vinos orgánicos.

Quizás la moda por lo natural y lo orgánico ha logrado que el mercado internacional incremente su demanda de vinos orgánicos, o que el consumidor se incline por ellos por una simple elección.

En el último año, organismos institucionales relacionados a la industria alimenticia han registrado una suba del 20% en la venta de productos orgánicos e ingresos por encima de los 100 mil millones, en todo el mundo.

Lo cierto es que cada vez más empresas lanzan al mercado productos orgánicos y, dentro de este rubro, los vinos están tomando cada vez más protagonismo.

Para la consultora británica Organic Monitor, el sector de productos orgánicos ha sido el de mayor crecimiento en la industria alimenticia a nivel mundial. Las ventas de productos orgánicos están creciendo 5 mil millones de dólares al año y estarán por encima de los 40 mil millones cuando termine el 2007.

Los números muestran que Estados Unidos es el líder indiscutido en materia de ventas de orgánicos. El mercado registra una suba anual de dos dígitos y de acuerdo a los pronósticos el año pasado las ventas alcanzaron los 16 mil millones, con una suba del 20% con respecto al 2005.

Estos datos los corrobora la consultora norteamericana especializada en productos naturales y orgánicos Hauke Consulting. La empresa asegura que el sector crecerá un 20% por año en la próxima década y esperan que las ventas alcancen la cifra de 26 mil millones de dólares por año en el 2010. Incluso, si este crecimiento es desacelerado y es sólo de un 11%, estiman que para el 2025 el sector tendrá ingresos por 120 mil millones de dólares.

Estos datos se basan en un estudio a largo plazo que está llevando la American Organic Trade Association (OTA), organismo que estima que este crecimiento también se esparcirá a los productos no alimenticios como cosméticos y textiles.

Datos Oficiales

En Argentina, los datos son positivos aunque no tan optimistas. El último informe de la oficina de Coordinación de Producción Orgánica del Senasa asegura que las mayores tasas de incremento de las exportaciones de productos orgánicos se han manifestado entre los productos industrializados de origen vegetal, y entre ellos, el vino.

Con relación al 2005, la variación en el volumen exportado (principalmente a la Unión Europea y Estados Unidos) fue un 24% mayor en el caso de los vinos, pero más asombroso es el aumento en los mostos, que fue de 193% y en las pasas de uva: 104%.

De esta cantidad exportada, la participación porcentual según el destino fue, en el caso del mosto, sólo un 3% a la Unión Europea y un 86% a Estados Unidos (una cantidad de 1.015 toneladas en el 2006). La situación se revierte con el vino orgánico, ya que el 76% es comprado por el país del norte y un 22% por la Unión Europea. Esta proporción también se aplica a las pasas: 81% y 15%.

En kilos, se exportaron 2.365.797 de mosto concentrado, 1.939.043 de vino y 367.080 de pasas de uva.

Según los datos suministrados por Senasa, la superficie con vid bajo seguimiento para producción orgánica fue de 2.990,82 hectáreas, distribuidas en las provincias de Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Salta, Río Negro y Córdoba.

Mendoza es la mayor productora con más de 17 millones de kilos uva certificada (17.104.935,81), seguida por San Juan y La Rioja, con más de 4 millones cada una, Salta con 330 mil kilos y Catamarca con 42 mil.

La opinión bodeguera

Mendoza es la provincia que además ha sido premiada por la BioFach, la mayor feria de productos orgánicos del mundo. Las bodegas premiadas son quienes aseguran que el trabajo no es diferente a un establecimiento vitícola regular, pero el mercado es aún más segmentado. Esto significa que los valores que manejan también son diferentes.

“Hemos crecido un 20% por año y esto se debe, por un lado, a una mayor demanda de productos orgánicos y a que los importadores nos van conociendo y saben que somos una empresa seria en el mercado”, asegura Pablo Dessel, director Comercial de VinEcol, una bodega que desde el 2000 trabaja con vinos orgánicos y fue premiada por BioFach. Con una producción de 60 quintales por hectárea asegura que es un trabajo bastante complicado, porque la demanda es menor que en un producto convencional, y que luego de años de trabajo hoy están cerrando tratos con importadores.

Para Rafael Pérez, de la bodega Fabril Alto Verde, la situación ha sido un poco más acotada: “en los últimos 5 años la producción orgánica de San Juan no ha crecido en cantidad con relación a otras zonas productivas, pero a nivel de calidad sí lo ha hecho. Nosotros hemos crecido más del doble y esperamos que en los próximos 5 años sigamos creciendo al mismo nivel”.

Desde Luján, Francisco Festa, de Cavas de Chacras, comenta que producir vinos orgánicos nació como una forma de expresar los trabajos y tareas que se realizan en el viñedo y en bodega para que los clientes tengan la certeza que el producto consumido es de excelente calidad con demostrada trazabilidad. La producción de la empresa es de 450.000 botellas año que provienen totalmente de viñedos propios y se exporta a Estados Unidos, Europa y Asia. Cavas de Chacras ha mantenido su producción estable en los últimos años y el precio de la botella varía según el tipo de vinos, desde 4,80 a 12 euros.

El costo de producción para las bodegas varía según el mercado, pero todos concuerdan en afirmar que el valor del vino no puede ser estimado ni comparado con los vinos de producción regular. El valor lo determina el mercado. Aunque Pablo Dessel se animó a lanzar una cifra: 1,20 pesos por litro. Las 250 mil botellas que produce VinEcol salen al mercado con un precio FOB de 3 dólares (promedio) y sus mayores compradores son Estados Unidos, Brasil, Canadá y Holanda.

Certificar para exportar

La certificación si bien es un tema aparte no es un asunto complicado y según la experiencia de 10 años de Rafael Pérez en el tema, los procesos han sido los mismos aunque según el mercado a captar cambian algunas cláusulas. “El sistema no es costoso, una certificación cuesta un promedio de 2 mil pesos al año más el 1% de la facturación”. Este sistema les ha abierto varias puertas y están en tratativas de comprar a terceros uvas orgánicas para producir la próxima vendimia.

Fabril Alto Verde cuenta en este momento con la Certificación Orgánica de Argencert, en cuanto a producción de uvas, procesos y técnicas de elaboración de vinos, como así el establecimiento de bodega y están en proceso de certificación Biodinámica Demeter.

Letis SA es otra de las empresas certificadoras con permisos para Estados Unidos, Canadá, Europa, Suiza y Japón y tiene como clientes a VinEcol, Familia Zuccardi, Bodega Fantelli, Viña Fundación Mendoza, Bodega Sin Fin, entre otras.

El precio de la certificación oscila entre los 1.000 y 4.000 pesos, pero depende del trato que se realice con la certificadora.

“Creemos en el crecimiento del sector, reinvirtiendo, participando en ferias de orgánicos y apoyando las acciones que nos pueden ayudar a desarrollarnos plenamente. Ferias como BioFach quizás no traen resultados a corto plazo, pero a largo plazo son muy beneficiosas. Ser la única bodega argentina con medalla de oro en BioFach sin duda nos ha ayudado a introducir nuestros productos con los importadores”, concluye Dessel.

Fuente: Area del Vino