Vinos orgánicos: un placer en estado puro

Todos sabemos que los alimentos orgánicos son más sanos, y a menudo más sabrosos. Entonces, ¿por qué no tenemos la misma sensación con el vino? Terry Kirby descorcha algunos de los placeres más puros ¿Cúal es la diferencia entre una zanahoria orgánica y una uva orgánica? Ambas deben haber crecido de acuerdo a unos mismos principios, sin el uso de fertilizantes químicos, etc.

Con la zanahoria, cuenta más lo que ves, que lo que comes. Pero una uva orgánica, sufre un largo proceso hasta ser transformada en vino, por lo que cuando llega al paladar, ya no es tan apreciable su sabor.

De todos modos, gracias al aumento de la demanda, cada vez hay un mayor número de vinos orgánicos disponibles en el mercado. Muchos son además de “comercio justo”, mientras los vinos biodinámicos llevan más allá los principios de los orgánicos, y mientras los certificados de los cuerpos nacionales garantizan los estándares orgánicos y que aparezcan en las etiquetas, muchos productores, particularmente en Francia, rehuyen enumerarlos porque mantienen estándares de cultivo totalmente surrealistas.

Entonces, ¿qué se supone debemos esperar de los vinos orgánicos? Quizá que sean una expresión del término francés ”terroir”, la idea de que el vino es en sí mismo una expresión de la tierra en la que ha crecido.

Para ayudar al consumidor a localizar los mejores vinos orgánicos, existen tiendas de pedidos por correspondencia especializadas en vinos orgánicos, así como eventos como el Festival Wines in Brighton and Ethical Fine Wines, llevado a cabo por Susan McCraith, quien asegura que es muy complicado elaborar un vino de calidad procedente de uvas orgánicas, hay que ser más selectivo de lo normal con las uvas, pero cuando un productor lo hace bien, los resultados son impresionantes.

Fuente: agroinformacion.com