miércoles, 3 de enero de 2007

El vino chileno se prepara para un 2007 difícil

En medio de profundos cambios en la industria como la unión de viñas “grandes” y “chicas”, a través de la fusión de Chilevid y Viñas de Chile dentro de la organización “Wines of Chile”, los productores deberán hacer frente a este escenario sin descuidar la imagen ni la calidad de su producto.

La depreciación de la moneda chilena y la caída del precio de la uva, a causa de la abundante vendimia que se espera para esta temporada, son los principales obstáculos que la industria vitivinícola deberá sortear durante 2007. Así lo indica un análisis de la consultora Andes Wine que desgranó en un informe los profundos cambios que el sector experimentó durante 2006, como la baja en el precio del dólar, la alta competitividad o el aumento de las exportaciones de vino a granel, que sentaron las bases para el surgimiento de un nuevo Chile vitivinícola. "La señal del cambio radical fue el término de las diferencias entre las ‘viñas grandes’ y ‘viñas chicas’ con la fusión de las asociaciones gremiales de Chilevid y Viñas de Chile para enfrentar en conjunto el negocio del vino con ‘Vinos de Chile’, dejando a Wines of Chile como el ala de promoción internacional de más de 90 viñas asociadas", explicaron desde Andes Wines. Tanto Rene Merino (ex Chilevid) como Aníbal Ariztía (ex Viñas de Chile) señalaron en su momento que 2007 no será un año fácil, resumiendo la apretada situación de los viñateros. Por otra parte, Andes Wine destacó el surgimiento de zonas extremas, como Limari, Elqui y Bío Bío, que fueron escogidas por viñas grandes para aumentar su portafolio de productos, lo que deja de manifiesto que en 2007 la uva orgánica será una oportunidad concreta para crecer y mejorar la imagen de muchas empresas del rubro, siendo el sector de Punitaqui, en Limari, la opción mas evidente luego que viñas como Santa Rita o Concha y Toro compraran la mayoría de los viñedos de ese valle nortino. "La contracción del negocio del vino continuará ya sea mediante rumores de venta para llamar la atención de potenciales compradores o a través de las compras a puertas cerradas como la que se realizó recientemente en el Valle del Bío Bío, con la adjudicación de la Viña Canata por parte del conglomerado Córpora, que puso a la zona sureña en el ojo del huracán luego de que otras viñas mostraran interés de seguir creciendo en esta área de reconocida calidad para Pinot Noir y Sauvignon Blanc, por dar unos ejemplos", agregaron desde Andes Wines.

Imagen país
El sector chileno también deberá "continuar creando una imagen país" para seguir posicionando los vinos en el extranjero, evitando así que naciones emergentes en el negocio, como Nueva Zelandia, Sudáfrica o Argentina, ganen el espacio alcanzado por Chile usando campañas más agresivas que asocian el vino a conceptos más efectivos como aventura, tango, cordillera o canguros. "El tiempo pasa y las ideas deben ser capaces de seducir a los mercados con estrategias de alto impacto global, basadas en buenas ideas mas allá de seguir invirtiendo en la creación de un logo representativo y de frases de fácil recordación. La gran preocupación siempre será el bajo financiamiento disponible para promocionar los vinos chilenos en el extranjero, si se compara con presupuestos como el de España o Australia", señalaron.

Cepas de 2006

Según fuentes del sector, 2006 será recordado como el año de consolidación de la cepa carmenere como concepto diferenciador y propio de Chile, ya que más allá de las millonarias inversiones que las viñas de prestigio realizaron para lanzar vinos Premium con Carmenere, el país fue capaz de alzar a esta cepa como la artífice del renacimiento de aquella perdida en Francia, lo que sedujo a importadores, distribuidores y periodistas especializados. El fenómeno alcanzó tal grado que algunos productores argentinos, estadounidenses e italianos han comenzado a invertir en la producción de esta cepa con la intención de sacar una tajada de este prometedor mercado. Entre las actividades relacionadas, el Círculo del Vino de Andes Wines trajo desde estos países vinos (Carmenere) para ser degustados frente a un panel liderado por el periodista de vinos Eduardo Brethauer, confirmando que Chile no debe perder el foco de continuar la mejora en la calidad y prestigio de lo logrado hasta el momento, ya que competidores directos iniciaron la comercialización de estos mostos. Un elemento que la empresa destaca como no advertido por la industria local es el inminente arribo al país de marcas australianas que no sólo persiguen vender vinos de la tierra del canguro, si no más bien para expandir el negocio, ya sea mediante fusiones o compras a futuro. A ello se suma que el vino australiano ya está en crisis por los mismos motivos que enfrenta el sector chileno, con caídas muy abruptas en los precios y con una demanda muy inferior a la oferta.

Fuente: adnmundo

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